Involucrando a los reguladores y autoridades en tu programa de aprendizaje.
Blog / Noticias | 02-05-23
Has tomado una decisión crucial: tu organización quiere iniciar un nuevo rumbo para asegurar que la competencia profesional del equipo se mantenga de manera continua y demostrable a un nivel alto. Al final, los métodos de aprendizaje tradicionales, basados en exámenes y certificaciones, no están logrando el objetivo de minimizar errores y accidentes en el trabajo. Sin embargo, te encuentras con un gran obstáculo que te impide dejar atrás por completo estos métodos tradicionales: las autoridades y los reguladores. Ellos exigen que la certificación periódica de los empleados se realice a través de reuniones presenciales o un examen para demostrar su competencia profesional. Pero, ¿es realmente así? ¿O acaso ese obstáculo no es tan inamovible como parece y podría ceder si se le aborda correctamente?
Certificación obligatoria
La mayoría de las organizaciones deben adherirse a las leyes, normativas y protocolos dictados por las autoridades y reguladores para asegurar la calidad y seguridad de sus operaciones. Estas pueden ser desde legislaciones generales del gobierno hasta directrices específicas de entidades sectoriales, pero todas comparten un punto en común: establecen requisitos sobre las competencias y habilidades del personal, un aspecto clave para el cumplimiento de estas normativas. Para demostrar estas competencias, a menudo se requiere que los empleados obtengan certificaciones de manera periódica.
Sin embargo, un inconveniente significativo de esta certificación periódica es que solo ofrece una visión momentánea. En el momento de obtener la certificación, se experimenta un máximo de conocimiento; los empleados, habiendo recibido formación y preparándose adecuadamente, alcanzan el nivel necesario para la certificación. Pero, a los pocos meses o incluso semanas, una gran parte de ese conocimiento se ha evaporado (el famoso efecto de la curva del olvido), lo que lleva a cuestionar si realmente mantienen una competencia plena. No es de extrañar que tu organización esté buscando innovar en este aspecto, ¿cierto?
Nuevo y antiguo al mismo tiempo
Como organización, estás interesado en implementar un programa de aprendizaje moderno para fomentar una competencia profesional continua. No obstante, las autoridades y entidades reguladoras aún exigen una certificación anual o bianual. Aunque, en teoría, esto no debería ser un obstáculo para que las organizaciones adopten nuevos programas de aprendizaje, en la práctica, a veces, la situación es distinta. Esto puede generar una duplicidad de esfuerzos, especialmente si se mantienen las certificaciones tradicionales al mismo tiempo que se introducen nuevos métodos de aprendizaje. Después de todo, si los empleados ya han demostrado su competencia a través del programa de aprendizaje, ¿por qué someterlos a la presión adicional de una certificación?
Invitar a la mesa
Hay una creencia extendida de que las autoridades y reguladores no están abiertos a la innovación y prefieren mantener el sistema de certificación periódica. Pero esta idea es equivocada. En muchas ocasiones, estas instituciones simplemente desconocen la existencia de alternativas. Si se les involucra desde el inicio del proyecto, pueden familiarizarse con nuevas metodologías. En Drillster, hemos abordado este asunto antes. Según nuestra experiencia, las autoridades y reguladores suelen recibir con entusiasmo los programas de aprendizaje modernos una vez que observan los resultados. Su prioridad final es la calidad y seguridad en el trabajo. Presentando evidencia sólida de que las metodologías modernas aportan más a estos objetivos que los métodos de aprendizaje tradicionales, podemos persuadirles para que se centren en los resultados y no tanto en la forma.
Percepción errónea
Basándonos en nuestra experiencia, muchas veces realmente no existen obstáculos en el camino, aunque las organizaciones puedan percibir que sí los hay. Es una verdadera pena, ya que, ¿cuál es el sentido de insistir en una certificación periódica si luego resulta que no es necesaria? Por ello, es fundamental invitar a las autoridades y reguladores desde el inicio del proceso, compartir con ellos tu visión y demostrarles los resultados positivos de las metodologías modernas de aprendizaje. Lo más probable es que ya no necesites someter a tus empleados a la presión de la certificación, y tu organización podrá progresar hacia el mantenimiento de una competencia profesional de manera continua. En ese momento, verás que ninguna autoridad o regulador podrá negar que este método contribuye significativamente a mejorar la calidad y la seguridad en el lugar de trabajo.