Cómo transformar la educación, e incorporar tecnología para conseguir un aprendizaje eficiente

Blog / Noticias | 19-01-21

Las nuevas generaciones han nacido con tecnología al alcance de la mano, hecho que les ha permitido desarrollarse distinto. La forma de interactuar, buscar información, e incluso pensar ha cambiado. Un claro ejemplo surge al tener que recordar algo: los estudiantes ya no tienen que recurrir a su propia memoria, sino que pueden buscar todo lo que necesitan saber en internet. Las nuevas generaciones necesitan nuevas habilidades y, consecuentemente, nuevas formas de enseñar y aprender que vayan más allá de lo tradicional -suceso que se ha hecho más evidente este último año. Por ello, utilizar en el aula únicamente métodos de aprendizaje tradicionales basados en memorizar libros de texto interminables, asistir a clases presenciales y realizar exámenes puntuales ya no es tan eficaz para desarrollar y retener el conocimiento de los estudiantes de hoy en día. Pero, ¿cómo podemos transformar la educación para conseguir un aprendizaje más eficiente? La tecnología es la clave, y nuestra gran aliada. 

Aprendizaje personalizado

Hemos de empezar a sacar partido a las capacidades tecnológicas para combinar el tradicionalmente usado enfoque genérico juntamente con un aprendizaje ajustado a la velocidad y nivel de cada estudiante. Tener al alumno en el punto de mira es nuestro principal objetivo y, para ello, el aprendizaje adaptativo en línea ofrece muchas posibilidades. El aprendizaje adaptativo se puede llevar a cabo a través de un algoritmo que, en base a los resultados del alumno, identifica las brechas de conocimiento y aquellos conceptos que aún no se han entendido ni se dominan con precisión. De esta forma, es posible personalizar y adaptar los pasos a seguir a las necesidades de cada estudiante según las materias con las que aún tiene dificultades. Por otro lado, el docente puede monitorear el progreso académico de sus alumnos, adaptando así también las clases y reforzando en el aula las materias que menos dominan los estudiantes.

Aprendizaje adaptativo basado en la evaluación

Miran, escuchan, leen, y releen. Al terminar, los estudiantes creen que dominan un tema cuando en realidad únicamente reconocen los conceptos. De hecho, al escuchar (e incluso al ver un video) de forma pasiva se olvida hasta el 80% de lo aprendido en tan solo una semana. En otras palabras, únicamente se consigue un efecto de aprendizaje temporal y a corto plazo.

Podemos transformar este aprendizaje pasivo basado en la memorización en aprendizaje adaptativo basado en la evaluación: el estudiante aprende respondiendo preguntas y recordando la retroalimentación que recibe al instante. De esta manera, el estudiante procesa de manera activa la información. Al plantear una pregunta, se desafía al cerebro consiguiendo una mayor asimilación de los conceptos. 

Ludificación (gamificación)

La ludificación, también conocida por el anglicismo gamificación, consiste en trasladar la mecánica de los juegos al ámbito educativo, con el fin de aumentar la motivación de los estudiantes y obtener mejores resultados. La formación pasiva conlleva poca interacción y participación. En cambio, la tecnología fomenta un aprendizaje mucho más dinámico, rápido y activo, llevando la educación más allá de las aulas. Por ejemplo, comparando las puntuaciones entre compañeros, o estableciendo niveles según el grado de comprensión. Así, los estudiantes se involucran mucho más en su propio aprendizaje fuera de los contextos formales. Se consigue un mayor compromiso debido a la ludificación y el hecho de ser multiplataforma: accesible desde cualquier dispositivo móvil o desde el ordenador. Los alumnos solo tienen que dedicar un par de minutos a repasar el temario y, ¡lo pueden hacer donde y cuando quieran! De este modo, es mucho más fácil mantener el conocimiento al día. 

La curva de aprendizaje

Por último, pero no menos importante, la infame curva de aprendizaje. Un algoritmo puede calcular la curva de aprendizaje para cada alumno. Es decir, cuando el estudiante está en peligro de olvidar todos los contenidos ya aprendidos recibe una notificación para que repase los conceptos de nuevo. Aquí entra en juego lo que se denomina repetición espaciada. La repetición espaciada consiste en alargar cada vez más el periodo de tiempo transcurrido entre repasos para conseguir una asimilación más fuerte. Como los conceptos se revisan y se recuperan cada vez más tarde, el conocimiento de estos se traslada de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. 

Como se puede observar, la combinación de tecnología y métodos de aprendizaje tradicionales se ajusta a las nuevas necesidades de los estudiantes. Se trata de complementar el estudio realizado en el aula para asegurar una correcta asimilación de los conceptos a largo plazo, de manera personalizada y dinámica. De este modo, los alumnos estarán bien preparados para el futuro.  

 


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