¿Aprendizaje y desarrollo? No olvides la curva del olvido

Blog / Noticias | 15-08-23

La memoria es una de las funciones fundamentales del cerebro, permitiéndonos almacenar y recuperar información. Sin embargo, nuestra memoria no es infalible y a menudo olvidamos cosas que hemos aprendido. Esto se debe a un fenómeno llamado la «curva del olvido». Esta curva es un proceso natural que nuestro cerebro utiliza para liberar espacio para asuntos urgentes y evitar la sobrecarga cognitiva. Por lo general, esto no es un gran problema, ya que no siempre es necesario retener toda la información. Sin embargo, existen situaciones críticas en el trabajo donde los errores pueden tener graves consecuencias. En tales casos, es esencial superar la curva del olvido para garantizar que tengamos acceso a los conocimientos necesarios. En este blog explicamos cómo lograrlo. 

Para que un cambio de comportamiento perdure, es necesario mantenerlo

La curva del olvido es un concepto científicamente respaldado que fue originalmente identificada por el psicólogo alemán Ebbinghaus en 1880. Esta curva ilustra cómo tendemos a olvidar rápidamente nuevos conocimientos si no los aplicamos o reforzamos. Un ejemplo común de la curva del olvido se presenta al estudiar para un examen. Estudiar la noche antes del examen es probable que sea suficiente para obtener una calificación alta. Sin embargo, una semana después, habrás olvidado gran parte de la información, ya que ésta residía en la memoria a corto plazo y no se consolidó en la memoria a largo plazo.

En el entorno laboral, este fenómeno no es deseable en absoluto. La meta principal es capacitar a los empleados para que adopten un cambio de comportamiento sostenible en el largo plazo, como trabajar de manera más segura o higiénica. Es especialmente crítico que estos conocimientos y habilidades estén profundamente arraigados en la memoria y se puedan recuperar de manera rápida y efectiva cuando sea necesario. Sin embargo, lograr este nivel de retención implica un proceso de mantenimiento constante, que incluye práctica, aplicación en situaciones reales, cometer errores y recibir feedback constructivo. Si queremos a alcanzar un cambio de comportamiento duradero, debemos superar la curva del olvido.

Un diploma no garantiza conocimiento

La curva del olvido es también la razón por la cual los diplomas no dicen mucho sobre el nivel de conocimiento y habilidades de una persona. Y esto es una cuestión que a menudo pasa desapercibida. Las organizaciones suelen otorgan un alto valor a ciertos títulos o certificaciones, incluso si se obtuvieron hace años, sin considerar que no garantizan que la persona todavía posea ese conocimiento en la actualidad. En campos como la atención médica, las autoridades exigen un mantenimiento periódico, que puede incluir la renovación de la certificación anualmente o cada cinco años. Esto se logra a través de capacitaciones presenciales, aprendizaje en línea y la revisión de libros o protocolos. A pesar de estos esfuerzos, la curva del olvido sigue siendo un factor relevante.

La realidad es que muchos empleados no necesitan aplicar regularmente ciertos conocimientos o habilidades en su lugar de trabajo. Sin embargo, cuando llega el momento de aplicarlos, a menudo son cruciales en términos de tiempo y seguridad. Por lo tanto, es fundamental que estos conocimientos y habilidades estén disponibles de manera inmediata cuando se necesiten.

El poder de la repetición

¿Cómo puedes combatir la curva del olvido? Dividiendo el material de aprendizaje y repitiéndolo con regularidad. El esfuerzo para mantener el conocimiento actualizado es menor cuando aprendes regularmente en intervalos cortos en lugar de estudiar largas horas una vez al año para un examen obligatorio. Al repasar pequeñas cantidades de información en intervalos regulares, estás haciendo que alguien recuerde la información que ha empezado a olvidar. Esto obliga a recuperarla activamente del cerebro antes de que la curva del olvido haga que todo el conocimiento desaparezca. Este proceso de recuperar información del cerebro con frecuencia resulta en un efecto de aprendizaje más sólido y duradero. De esta manera, utilizas la curva del olvido a tu favor para finalmente recordar más.

Vence la curva del olvido

Por lo tanto, es esencial maximizar la eficacia para contrarrestar la curva del olvido. Sin embargo, es importante reconocer que la velocidad y la cantidad de conocimiento retenido varían de una persona a otra, y esto afecta a la rapidez con la que aparece la curva del olvido. Para abordar este desafío de manera inteligente, se puede implementar un enfoque de aprendizaje adaptativo, que se ajuste a las necesidades individuales.

Un enfoque adaptativo implica personalizar los momentos de aprendizaje según las necesidades de cada persona. Por ejemplo, alguien que acaba de comenzar en un trabajo aún no posee el mismo nivel de conocimiento y habilidades que alguien con diez años de experiencia. Por lo tanto, es fundamental adaptar los momentos de aprendizaje en función de estas diferencias. La modalidad de aprendizaje ideal es aquella que permite a los empleados acceder al conocimiento en línea y sin restricciones de ubicación, brindándoles la flexibilidad de aprender en el momento y lugar que les resulte más conveniente.

En resumen, al repetir de forma regular la información esencial y reforzarla de acuerdo con las necesidades individuales, se asegura que dicho conocimiento se transfiera de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. De esta manera, se reduce la oportunidad para que la curva del olvido afecte negativamente a la retención de información clave.