El «síndrome del examen» debilita el cumplimiento continuo de la normativa

Blog / Noticias | 29-06-20

Estudiar con diligencia o por la vía rápida: los exámenes no dejan de ser instantáneas

En las empresas, los empleados tienen que hacer pruebas y exámenes como parte de los programas de formación continua. Estas pruebas y exámenes suelen presentarse una vez al año y, la gran mayoría de los empleados, los realizan y aprueban. Entonces puedes marcar la casilla y olvidarte del asunto durante un año, porque sobre el papel todo está en orden. Pero, ¿sabías que los resultados positivos de los exámenes no son más que falsos positivos? Más información sobre el «síndrome del examen».

Las apariencias engañan

Pasarse la noche estudiando para aprobar el examen. ¿Te suena? Claro, estudias duro durante una tarde (o incluso una noche entera) dedicando el menor tiempo posible y aun así apruebas el examen, aunque por los pelos. Es el tipo de aprobado que a muchos estudiantes les parece un sobresaliente, ya que obtienes el resultado exigido con el menor esfuerzo posible. Aprobar por los pelos sigue siendo un aprobado, ¿verdad?
Puede que estemos exagerando un poco, pero no se aleja mucho de la realidad. Así es como muchas personas afrontan un examen, incluidos los trabajadores. Ni falta hace decir que este enfoque no da el resultado deseado. Los conocimientos que se han aprendido de la noche a la mañana pronto se evaporarán como un muñeco de nieve en el desierto. Hasta el 80% de los nuevos conocimientos desaparecerán en una semana si no se repiten con regularidad, lo que suele ocurrir con los exámenes de cumplimiento normativo. El examen es una instantánea de conocimientos efímeros y sólo crea una sensación a corto plazo de tenerlo todo en orden. Son meras apariencias.

La sensación de tener las cosas en orden también se da en las organizaciones con una cultura de marcar casillas. Más información sobre la cultura de las casillas de verificación aquí.

Un sobresaliente por el esfuerzo

Siempre habrá empleados que se esfuercen. Habrán estudiado algo más que unas horas la víspera del examen. Esto es lo que quieres, por supuesto, pero ¿significa también que retienen el material después de haber aprobado el examen? Lo más probable es que no utilicen activamente los conocimientos después del examen, lo que significa que se olvidarán rápidamente. Es un caso de sobresaliente por el esfuerzo, pero no una garantía duradera de cumplimiento continuo. Una instantánea de conocimientos efímeros que pronto empiezan a desvanecerse. Es el «síndrome del examen».

Se acabaron las horas de estudio

Entonces, ¿qué es lo que funciona? ¿Cómo se retienen los conocimientos a largo plazo? Investigaciones demuestran que el aprendizaje espaciado y la repetición espaciada son la respuesta. El aprendizaje espaciado consiste en aprender a intervalos cortos y regulares. No se trata de estudiar durante horas la noche antes del examen, sino de dedicar quince minutos a absorber información. La repetición espaciada consiste en recuperar y repasar conocimientos. Cuanto más se repite la información, más se asimila en el cerebro y pasa de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. El conocimiento en la memoria a largo plazo es el que la gente tiene siempre presente, durante todo el año.

El poder de la repetición

Repetir, repetir, repetir. Esa es la clave para asimilar los conocimientos. Puede parecer laborioso, pero no tiene por qué serlo. Lo que mejor funciona son las «ráfagas rápidas de aprendizaje» entre otras tareas. Y para que sean lo más eficaces posible, deben centrarse en información que aún no se domina por completo. Preferiblemente en línea y en cualquier lugar, por supuesto, para que los empleados puedan aprender mientras esperan el autobús, viajan en tren, cuando una reunión termina antes de tiempo o incluso mientras se preparan un café. Convierte todos estos momentos en los que normalmente se pierde el tiempo en breves intermezzos de aprendizaje y la gente estará al día en poco tiempo.

Del estrés de los exámenes a un aprendizaje más duradero

Como es de esperar, tendrás que ayudar a los empleados a empezar. Por suerte, existen herramientas que ayudan a retener los conocimientos. Estas herramientas recordarán automáticamente a los empleados que repasen, para garantizar que tengan los conocimientos necesarios en mente durante todo el año, y no sólo la noche anterior y la semana posterior al examen. Los móviles, las tablets y los ordenadores portátiles deben convertirse en herramientas de aprendizaje, para que la gente pueda aprender en cualquier momento y en cualquier lugar, convirtiendo el tiempo que normalmente pierden en una valiosa sesión de aprendizaje. Si además aseguras poder supervisar el progreso y los niveles de competencia de los empleados, puede que los exámenes dejen de ser necesarios. Así sabrás que los empleados están al día y no tendrán que pasar horas y horas estudiando. No más estrés por los exámenes, sino aprendizaje duradero. Es un gran paso del aprobado raspado al cumplimiento continuo.